Múltiples estudios, muchos de ellos del catedrático de la Universidad de Navarra Mikel Izquierdo, muestran cómo el entrenamiento de fuerza previene una sucesión de acontecimientos negativos en cascada: mejora la calidad de vida tanto real como percibida, ayuda en la prevención de caídas , evita la dependencia, mejora la funcionalidad en las actividades de la vida diaria y transfiere mejor a los patrones de movimiento del deporte que se practica, mejorando así el rendimiento y la probabilidad de lesión.
Algunas falsas creencias sobre el entrenamiento de fuerza en menores nos han llevado a creer que pueden repercutir negativamente en su desarrollo óseo: se piensa que no crecerán lo suficiente, que no es saludable... Pero nada más lejos de la realidad. En la actualidad contamos con la suficiente evidencia tanto científica como clínica para empezar a valorar y a dar la importancia que reviste el entrenamiento de fuerza en niños. Insistimos en que todo entrenamiento ha de estar programado y supervisado por un profesional del ejercicio físico competente. Si quieres que tu hijo y tu hija crezcan fuertes y sanos, así como que su desarrollo tanto físico como cognitivo sean óptimos, ponlos en las manos adecuadas y que la fuerza haga el resto.
En resumidas cuentas, el entrenamiento de fuerza y la estimulación de la síntesis muscular tienen un enorme beneficio para todo el mundo. Los beneficios del ejercicio físico de fuerza correctamente diseñado, dosificado, adaptado y supervisado son evidentes en todos los niveles. Ponte en manos de profesionales cualificados y competentes y comienza a mejorar tu vida, derriba las barreras que no te permiten alcanzar un bienestar físico y mental óptimos y consecuentes con la calidad de vida que cada uno queremos tener de manera constante a lo largo de nuestra vida.
No olvidemos que la vida es una y no conocemos la fecha de caducidad, así que trabajar en desarrollar una buena masa muscular es cada día construir un pilar que nos soporte una buena calidad de vida en nuestra edad adulta, así como un bienestar diario, sea cual sea la edad que tengamos.
Ahora puedes entender como algo tan al alcance de todos, como es el desarrollo de la masa muscular, puede revertir tanto en tu salud.
Ten siempre presente que lo que no se usa se pierde y lo que no se hipertrofia se atrofia. Tienes un tesoro en forma de cuerpo y tejidos, así que realizar ejercicio de fuerza es cuidarlo.
Derivantes de la sarcopenia, hallamos otros procesos de pérdida de capacidad funcional de la persona, como son la «dinapenia» (pérdida de fuerza muscular), la «kratopenia» (pérdida de potencia muscular) y la «osteopenia» (pérdida de densidad mineral ósea, la antesala de la osteoporosis).
Cuando pensamos en ejercicio físico, solemos asociarlo con mejorar la fuerza muscular, la resistencia o la salud cardiovascular. Sin embargo, hay un beneficio clave que muchas veces pasa desapercibido: el impacto positivo del ejercicio sobre la salud ósea. Nuestros huesos no son estructuras estáticas, sino tejidos vivos que responden a los estímulos del movimiento y la carga mecánica.
Ni la artritis, artrosis, diabetes, o los años. «No hay excusas para no hacer pesas cuando se trata de tu salud porque a través de las pesas y de la alimentación se puede, y se debe, prevenir y revertir severos cuadros patológicos», advierte Álvaro Puche, autor de 'Entrenamiento de fuerza para personas mayores' (Amat), donde comparte ejercicios y consejos para envejecer fuerte. «De hecho las mancuernas son más necesarias cuantos más años se cumplen», resume.
Las personas suelen creer que, a determinada edad, ya no hay nada que hacer. Consideran que, si a los 50 años aún no se han puesto, no van a conseguir nada. Pero lo que nosotros vemos en el día a día es que no hay edad ni buena ni mala. Cualquier edad es buena para empezar. No hay edad mala para que la persona se beneficie de este estímulo. El Ejercicio Físico, siempre adaptado al contexto de la persona que lo va a poner en práctica, es la medicina más barata y eficaz que existe.
La clave para aumentar la estabilidad corporal está en entrenar los «músculos-diana» ubicados en los pies, los glúteos y la espalda baja.