«Ni nadar, ni caminar. A partir de los 50 años es estrictamente necesario realizar pesas»

Publicado el 24 de enero de 2025, 0:21

Las personas suelen creer que, a determinada edad, ya no hay nada que hacer. Consideran que, si a los 50 años aún no se han puesto, no van a conseguir nada. Pero lo que nosotros vemos en el día a día es que no hay edad ni buena ni mala. Cualquier edad es buena para empezar. No hay edad mala para que la persona se beneficie de este estímulo. El Ejercicio Físico, siempre adaptado al contexto de la persona que lo va a poner en práctica, es la medicina más barata y eficaz que existe.

Hacer énfasis en que a partir de la quinta década el ser humano empieza a presentar cambios muy importantes, por ejemplo, a nivel endocrino. A partir de los cincuenta, los niveles de hormonas anabólicas (constructoras) sufren un fuerte descenso: en la mujer bajan notablemente los niveles de estrógenos y en el hombre los de testosterona, entre otras. No son las únicas, pero son las que más se evidencian. Ese descenso en las hormonas anabólicas produce la degradación del tejido muscular y esa tendencia se acentúa a partir de ese punto de inflexión que son los 50. Por eso, insisto, a la mujer le concierne mucho este tema de los estrógenos y su estrecha relación con la pérdida de densidad ósea y muscular. Si no hacemos frente a estos cambios, nos encontraremos con una menopausia muy perturbada, que hace que la persona descanse peor, tenga sofocos, niebla mental… etc.

Quizás hay todavía más resistencia para hacer ejercicio de fuerza a los 60, 70 años.

Es verdad. Ir al gimnasio está cada vez más aceptado, pero sigue habiendo una brecha importante entre los 60 y 70 años. En esta franja de edad -admite- todavía les cuesta iniciarse porque a nivel social no está asentado en ese estamento poblacional y se sienten un poco fuera de juego cuando entran en el gimnasio. Mi recomendación a este segmento de población es que hagan trabajo de fuerza, que no solamente hagan trabajo de aquagym, o aerobic. Que se pongan en manos de una persona profesional del Ejercicio Físico y se dejen guiar y educar. Así será posible prevenir esta debacle hormonal y su consiguiente degradación proteica muscular. El ejercicio de fuerza es el único capaz de cuidar del músculo y, por consiguiente, del resto de órganos y sistemas fisiológicos. Téngase siempre en cuenta que sin salud muscular no hay salud orgánica.

¿Puede mejorar si se ponen las pilas y hacen trabajo de fuerza?

Puede mejorar, por supuesto, si toman medidas. Hay que valorar que se puede y se deben hacer muchas cosas para que esto no sea así. En especial, lo que mejora es que esa bajada de hormonas anabólicas se vuelve menos brusca. Se ralentiza mucho o incluso se frena esa caída. Se sabe que el trabajo de fuerza tiene la capacidad de mejorar la síntesis proteica, cuando hago un trabajo de fuerza, sea hombre o mujer, logramos que los niveles de estrógenos y testosterona se mantengan lo más estable y elevado posible. Hay otras herramientas para lograr esto, pero una de las más poderosas es el ejercicio de fuerza. Lo más difícil del ejercicio es hacerlo. Así pues, ya que lo haces, hazlo bien.

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